jueves, 4 de junio de 2009

Perdiendo la Fe

Melómano autonombrado, fanático de la música, por no decir obsesivo. Atascado dirían mis amigos, 

"¿bajaste 25 discos esta semana y los escuchaste todos?"
"SI"
"¿no te da hueva?"
"NO"

Pero eso está por cambiar, sucede, siempre sucede, termina la magia, para qué escuchar tanta música si nunca podré escucharla toda y peor aún, no puedo encontrar algo que me haga olvidar, pensar, cambiar, sentir, presumir, utilizar y desechar. En otra época no me hubiera importado, bajar música, perder mi tiempo, encontrarle uso al internet, pero ahora ya no. Me siento un tanto frustrado y peleado con lo que antes creía, el poder encontrar esa canción, ese disco, esa banda, ese riff, loop o acorde que se iba a quedar incrustado en mi cabeza para toda la vida, que no dejaría ir y sería lo último que volvería a escuchar. 

Me declaro haber sido adicto, (como la señora que vive en los Casinos apostando hasta la última moneda que logra conseguir en busca del gran premio gordo que le resolverá la vida y el que hará que deje su vicio) ahora sólo trato de ir día a día, si, aún bajo música y la sigo escuchando, pero creo que ahora de una manera más selectiva, pensando en qué puedo esperar de ella y cómo la puedo utilizar, ya no bajo todo de un golpe, primero escucho una canción, busco una referencia o un video en youtube, es difícil dejar de buscar pensando en el siguiente gran descubrimiento, pero es un proceso largo de cumplir.

Ya no creo en la música, en las revistas o las disqueras, sólo se aprovechan de los sueños de pubertos y ancianos que aún se sienten pubertos y les roban su dinero. Ya no encuentras esos discos que enteros te hacían estremecer, que te daban ganas de comprar y escuchar. Las revistas se han vuelto un medio de publicidad de marcas, más que de la música y de los artistas... quienes deberían darle sentido a estas publicaciones. Los festivales se han convertido en concursos de popularidad y un negocio, las bandas quieren tocar pero sus representantes sólo quieren cobrar. La industria se ha prostituido aún más de lo que ya estaba hace 30 años. Me entristece que algo que amo tanto y en lo que realmente creo haya perdido la esencia que la hizo existir.

De verdad que quiero recuperar la fe, sentir de nuevo la magia de un disco nuevo, te todo el disco, creer y amarla de nuevo. Todo cambia, evoluciona o envejece, también nosotros.

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